En consonancia con estas proyecciones, Bloomberg indica que el lento progreso de la región en la adopción de esta tecnología está justificado por el hecho de que los operadores se han enfocado en la migración de clientes 2G y 3G a redes 4G, las cuales aún no alcanzan una cobertura del 80%. Ambas compañías reconocen que la región tiene ante sí una importante labor en términos de inversión en infraestructura y liberación del espectro.
Este artículo
analizará el camino seguido por América Latina en su viaje hacia la red 5G como
parte de un especial de varios números sobre el potencial de la tecnología como
catalizador de productos y servicios en las industrias más importantes de la
región.
El avance
actual
Statista estima
que la implementación de las redes 5G será mayor en países como México, Brasil
y Chile, quienes llegarán a un alcance del 10% en esta tecnología en 2025.
El progreso
conseguido por estos tres países en esta área es sobresaliente; en
2021, Chile se convirtió en el primer país latinoamericano en incluir
la red de quinta generación en todo su territorio nacional y en
febrero, México anunció la llegada de una red 5G comercial para sus
ciudadanos. Además, se espera que, para 2025, Brasil cuente con la
mayor cobertura 5G en Latinoamérica.
Uruguay, Argentina, Ecuador, Perú, la República Dominicana y Surinam también se encuentran en el proceso de implementar sus propias redes 5G. De acuerdo con Statista, a partir de febrero de este año, se implementaron 19 redes 5G en América Latina.
Aunque muchos
países latinoamericanos no cuentan con redes 5G, la implementación de esta es
una prioridad para sus gobiernos. Algunos países de Centroamérica como Costa
Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala han anunciado la gestión del espectro y procesos de licitación para
2022.
La prioridad:
una infraestructura optimizada
De acuerdo con
Statista, una mayor inclusión de la red 5G en nuestra región dependerá en gran
medida de la infraestructura existente, así como las inversiones públicas y
privadas que se hagan.
Los gobiernos
son clave en este camino. Además de subastar el espectro, son los responsables
de ejecutar la legislación adecuada y actualizar las normativas para los
operadores.
De acuerdo con
las estimaciones de Vertiv, la red 5G es necesaria para que América Latina siga
siendo competitiva, pero el mayor uso de datos necesario para ejecutar las
aplicaciones 5G significa que el cambio a la red 5G podría aumentar el consumo
energético total de la red entre un 150% y un 170% para 2026, lo cual implica
que los operadores invertirán en tecnologías más eficientes, como las
soluciones de enfriamiento eficientes para ayudar a compensar el aumento de
costos.
Gran parte de
la implementación de la red 5G está ligada tanto a la infraestructura como a la
inversión en hardware nuevo para soportar el aumento en la demanda. Statista
estima que las 6 economías de mayor tamaño en Latinoamérica (Brasil, México,
Argentina, Colombia, Chile y Perú) probablemente invertirán un total de
$120.000 millones para integrar la red 5G en todos sus territorios.
Esto incluye los
cambios que van de la modernización de las antenas y torres de
telecomunicaciones hasta la capacidad de las baterías para la continuidad del
suministro eléctrico. Las baterías de iones de litio son fundamentales
para soportar muchas aplicaciones, debido a su mayor densidad de potencia,
menor peso y mayor vida útil. Además, ofrecen sistemas de gestión de baterías
(BMS) integrados para monitorear el estado de las baterías.
A medida que
los países sigan avanzando en el camino hacia la red 5G, esperamos ver progresos
en el desarrollo de productos y servicios con innovadoras capacidades
tecnológicas que solo serán posibles con la adopción generalizada de la red 5G.
Además de la velocidad y la reducción de la latencia, las posibilidades
que la red 5G traerá a las industrias son enormes, con un efecto directo en los
modelos empresariales, los esquemas de trabajo y las cadenas de suministros.