El panorama energético está experimentando una
transformación significativa, impulsada por la tecnología y la transición hacia
una economía descarbonizada. La energía eléctrica tradicional, basada en
centrales que usan combustibles fósiles, nucleares o renovables, se encamina
hacia un reemplazo por una tecnología digital y emergente llamada “energía
eléctrica inteligente”, cuyo objetivo es optimizar la producción, distribución
y consumo de la electricidad, mejorando la eficiencia, la confiabilidad de la red
y la experiencia de uso para los consumidores.
Un informe de la empresa de investigación de
mercado Mordor
Intelligence estima que el mercado de la energía eléctrica inteligente
tendrá una tasa de crecimiento anual de 12,6% entre 2022 y 2028, a nivel
mundial. También, el análisis resalta que este mercado global pasará de tener
un valor de 102,9 mil millones de dólares en 2022, a US$221,6 mil millones en
2028. La digitalización y el compromiso de las empresas hacia un mundo más
sostenible serán las razones principales de este crecimiento.
Por otro lado, se puede lograr un ahorro de hasta 100 mil millones de dólares en costos energéticos para el 2030 de acuerdo con un informe de Schneider Electric titulado "The Business of Smart Energy", en mercados como Estados Unidos, uno de los líderes en la implementación de esta tecnología. A su vez, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), ha indicado que las redes inteligentes tienen el potencial de generar ahorros de consumo de hasta un 20%, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 10% y de mejorar la fiabilidad del suministro eléctrico.
"En sí, la red eléctrica inteligente no
solo impulsa la digitalización en la industria de la energía, sino que es
fundamental para nuestro compromiso con la sostenibilidad", aseguró Anelena
Barquero, Gerente de ventas de Schneider Electric Centroamérica.
Con la aplicación de energía eléctrica
inteligente, que utiliza sensores y tecnología digital, se recopila información
sobre el consumo de esta y la condición de la red; lo que permite optimizar la
operación, mejorar la eficiencia y reducir las pérdidas.
Al combinar tecnología avanzada, análisis de datos en tiempo real y una mayor interconexión, la energía inteligente ofrece una serie de beneficios como:
Integración de energías renovables: Facilita la
integración de fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica,
permitiendo una transición más suave hacia un futuro más sostenible.
Mayor eficiencia energética: Ayudando a reducir
las pérdidas de esta y garantizando que llegue a donde más se necesita.
Mejora de la confiabilidad: Gracias a la
monitorización en tiempo real y a la capacidad de auto-reparación, la red es
más resistente a interrupciones y se puede restaurar el servicio rápidamente.
Reducción de la huella de carbono: Ayuda a reducir la huella de carbono al facilitar la gestión de la demanda y la adopción de energía más limpia.
Caso de éxito
Para poder obtener beneficios de la energía inteligente, las empresas deben realizar inversiones en infraestructura y tecnología. En países de la región centroamericana, existen casos de éxito con la implementación de la energía eléctrica inteligente.
En Costa Rica, por ejemplo, la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca) quien distribuye electricidad a más de 115,000 clientes: casas, hoteles e industrias, comenzó un proyecto de ampliación del sistema de distribución, con el objetivo de llevar subestaciones eléctricas a zonas apartadas que estaban creciendo mucho a nivel de demanda. A través de la digitalización eléctrica, la cooperativa pudo brindar las condiciones adecuadas para aumentar la cantidad de energía eléctrica, y a la vez favorecer a nivel medioambiental descarbonizando algunos consumos.
“En una alianza con Schneider Electric hemos
contribuido con distintas soluciones para monitorear y gestionar a distancia la
operación eléctrica en estas zonas apartadas. A través de EcoStruxure Asset
Advisor, podemos anticipar y resolver problemas antes de que se conviertan en
incidentes que afecten a los clientes. Esto mejora la eficiencia y
confiabilidad del servicio eléctrico”, indicó José Luis Gamboa Quesada, Líder
Departamento Ingeniería de la Red Eléctrica.
Igualmente, parte de los resultados obtenidos
fue la reducción de un 33% en las pérdidas eléctricas, sobre el promedio de
pérdidas en Costa Rica. También, se mejoró su eficiencia, generando un ahorro
de 16 GWh - equivalente a electrificar 7.250 viviendas- y se logró tener una
disminución en su huella de carbono en 580 toneladas de CO₂eq/año.
“Encontramos en Schneider Electric un aliado
que nos ha ayudado a ser más eficientes y mejorar los indicadores de calidad de
atención y suministro. Con una red más digitalizada podemos aumentar la
cantidad de energía que se puede trasegar, favoreciendo la descarbonización de
algunos consumos como el transporte y a su vez garantizamos la continuidad del
servicio a nuestros asociados”, agregó Jose Luis Gamboa, Líder del Departamento
de Ingeniería de la Red Eléctrica de Coopelesca.
La energía inteligente es una tecnología
emergente con el potencial de transformar al sector. A medida que esta siga
desarrollándose, es probable que veamos una mayor adopción en todo el mundo.
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