San Lorenzo el Cubo, un
pintoresco pueblo en Guatemala, es hogar de Doña Rosa, una mujer que se ha
convertido en el corazón de la comunidad al abrir las puertas de su hogar y
compartir una tradición que ha pasado de generación en generación: la creación de
las icónicas muñequitas quitapenas. A través de Niños de Guatemala, una
organización dedicada a mejorar la educación en la región, Doña Rosa ha logrado
conectar esta valiosa tradición con el desarrollo económico y educativo de su
comunidad.
Por años, Doña Rosa ha
recibido a turistas y voluntarios, invitándolos a formar parte del proceso
artesanal que da vida a las muñequitas quitapenas. Estas pequeñas figuras, con
profundas raíces en la cultura maya, han sido símbolo de consuelo durante
siglos. Según la leyenda, al contarles los problemas a las muñequitas antes de
dormir, estas absorberán las preocupaciones durante la noche, dejando una
sensación de alivio al despertar.
El impacto de este proyecto
va más allá del arte. Gracias a su trabajo en conjunto con Niños de Guatemala,
Doña Rosa ha contribuido al sustento de su familia, logrando que dos de sus
cinco hijos se gradúen. Además, los ingresos generados por los tours benefician
directamente la educación de más de 540 estudiantes en la comunidad, creando una
cadena de apoyo que fortalece tanto a las familias locales como al sistema
educativo.
El recorrido ofrecido por
Niños de Guatemala es una oportunidad para los visitantes de sumergirse en la
cultura guatemalteca, conocer la historia de las muñequitas quitapenas, y ser
testigos del proceso artesanal. La experiencia incluye una visita al hogar de
Doña Rosa, donde los turistas no solo aprenden sobre la fabricación de las
muñequitas, sino que también escuchan las historias y tradiciones que acompañan
esta antigua práctica.
Niños de Guatemala invita a todos a descubrir la magia de las muñequitas quitapenas y a ser parte del cambio. Al participar en este recorrido, no solo se vivencia una tradición ancestral, sino que se contribuye a forjar un futuro más esperanzador para las familias de San Lorenzo el Cubo.
Juntos, podemos transformar
preocupaciones en esperanzas y sueños en realidad.
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