Si alguna vez ha tomado antibióticos para aliviar el malestar de la gripe, tenga en cuenta que éste no es el uso correcto de este tratamiento y que el consumo excesivo de antimicrobianos está poniendo en peligro su eficacia y aumentando la presencia de enfermedades resistentes a los medicamentos.
Otra mala práctica es suspender el tratamiento de antibiótico apenas se empieza a sentir alivio de la enfermedad, debido a que las bacterias que sobreviven pueden multiplicarse y mantener esta propiedad de resistencia al medicamento.
Los antibióticos son parte de la familia de medicamentos antimicrobianos, los cuales atacan microorganismos como las bacterias. Es por eso que, ante el resfriado, la tos, la bronquitis o cualquier infección estomacal causada por un virus, los antibióticos nunca serán el tratamiento adecuado.
El antibiótico elimina o inhibe la reproducción de las bacterias mientras el sistema inmune del paciente se prepara para neutralizarlo, y como ese tiempo puede variar, es necesario consumir el tratamiento por todo el tiempo que ha sido recetado.
De acuerdo con la OPS (Organización Panamericana de la Salud) aunque en la mayoría de los países existe un plan de acción contra la resistencia a los antimicrobianos, menos de la mitad lo están aplicando adecuadamente. Datos de esta organización al 2019 señalan que casi 5 millones de personas murieron por causa de la RAM y que para el 2050, la cifra de muertes superará los 10 millones.
Los microorganismos multirresistentes ocasionan un gran aumento en los costos de salud. Victoria Brenes, Directora Ejecutiva de Fedefarma, insta a la población a informarse sobre la problemática de la resistencia a los antimicrobianos y a consumir adecuadamente sus medicamentos para evitar estas complicaciones. “La resistencia a los antimicrobianos es altamente preocupante ya que, por una parte, se complica el tratamiento y se eleva el riesgo de enfermedad y de muerte de las personas, y por otro, se afectan los sistemas sanitarios, debido a que las personas están requiriendo tratamientos hospitalarios más extensos y medicamentos más sofisticados y más costosos”.
Para combatir la RAM es necesario que exista un esfuerzo coordinado de la sociedad y las autoridades sanitarias y que se le dé la prioridad necesaria a este tema, ya que en general la magnitud del problema no se ha atendido de forma global y las personas desconocen cómo las malas prácticas lo están agravando.
La educación y la concientización sobre esta problemática son fundamentales, por eso es importante que las personas tomen decisiones informadas para evitar el mal uso de los antimicrobianos. Aquí algunas medidas que podemos tomar para evitar que el problema siga agravándose:
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Evitar
la propagación de infecciones.
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Mantener
una buena higiene
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Asegurarse
de tener las vacunas al día
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Completar
los tratamientos con antibióticos
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Restringir
el uso innecesario o incorrecto de medicamentos: utilizar sólo lo que un especialista en salud
recomiende
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Promover
la educación sobre la resistencia a los antimicrobianos.
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